Henry Omar Encarnación Soto nació en la hoy provincia de San José de Ocoa el dia 28 de Julio del año 1952, fruto del matrimonio de Juan José Encarnación y Estela Soto, en un hogar de 5 hermanos: Juan José, Aylsa, Richard Sterling, Luis Rafael (Rubio) y Estela (Estelita). Tuvo otros hermanos: Dayanara, Doralicia, Mayra, Bladimir, Ruben Dario y Solangi. Sus primeros años de vida los pasó en su tierra natal y en su juventud se fue a vivir a Santo Domingo donde inició sus estudios en Contabilidad; de allí marchó a vivir a los Estados Unidos. A su paso por este país dejó innumerables amistades que le recuerdan como un hombre que valoraba mucho la amistad, la lealtad y la solidaridad.
Regreso a la República Dominicana en el año 1988, donde culminó sus estudios y construyó su familia compuesta por su pareja Luchy Valera de Encarnación y sus hijos Guillermo, Isabel y Aniany, que junto a su hijo Richard Omar, sus nietos Maria Isabel, Natalia, Mia, Fayse, Anek, Guillermo Angel, Melanie, Valeria y Andres, y sus bisnietas Melody y Sofía completaron su vida, llenándola de amor y alegría.
Henry Encarnación fue amante de la naturaleza y los animales, disfrutaba mucho de las parrilladas familiares, el campo y la playa. Se destacó como empresario en el área de servicios de refrigeración y su empresa H.E. Servicios el día de hoy cuenta con importantes clientes, a nivel gubernamental y privado, a quienes sirvió con pasión y responsabilidad cada solicitud que le hicieron.
Henry nunca olvidó su compromiso social. Fue militante activo de la Cámara de Comercio Dominico-Rusa, del Club Arroyo Hondo, del Partido de la Revolución Dominicana (PRD) y luego del Partido Revolucionario Moderno (PRM), fue presidente del Colegio Electoral en las selecciones JCE, de la Junta de Vecinos Calle las Rosas y del Club de Leones de los Jardines del Norte entre muchas otras actividades cívicas y sociales que ejercicio a lo largo de su vida.
Sus últimos años los pasó viajando y disfrutando de la vida, llevando su amor y su solidaridad a todo el que lo conoció. Henry fue un embajador del amor, la tolerancia, el respeto y la paz, por eso lo recordaremos siempre con una sonrisa en los labios y el calor de un abrazo que solo el amor y la amistad pueden dar.